Me estoy desnudando y no tengo frío. Me estoy quitando capas y capas de algo oscuro y pesado. Un manto de invisibilidad… y de imbecilidad. Sí, porque he sido tan imbécil de creer que mis miserias son horribles y que había que taparlas mucho mucho para que no salieran a la superficie, pero ellas, más listas y rápidas que mi miedo encontraron una pequeña rendija llamada PerformArt y yo, la miedica pensé: » lo controlo » ¡¡ Ja !! Se ha hecho un boquete que ríete tú del agujero de Alcatraz…
…Se han escapao… y anda luciéndose por escenarios a través de una desvengozada Diva que les da alas…
Y resulta que eso que yo tapaba con mil capas estaba lleno de humor hilarante.
Sí, tengo ojos de búho, toda mi vida renegando de esta mirada mía tan extraña, y que a veces asustaba (que te mire un búho fijo…te cagas), ahora resulta que con las alas del humor es sólo peculiar.
Sí, soy una desorientada rayando la deficiencia y resulta que a la luz del foco y mi fugada Diva-Manager se convierte en genialidad.
Ya ha salido cuatro veces a escena de mano de un escapista profesional de traumas (siempre pide cuando llegas a su academia cinco líneas sobre tus complejos, traumas o ridículos) llamado Manu Pradas.
¿Mis traumas? Son unos vendidos, están haciendo cola ansiosos por salir a escena, han escuchado risas fuera y quieren contarle a todo el mundo su versión a través del humor.
Temo cuando esta Diva, saque la artillería pesada… Oh my God! que no tiene filtroooo!! Le encanta exhibirse y no tiene miedo al escenario…
Y por ahí andamos sueltos: una Diva acompañada de sus ex-traumas, haciéndose visible a través de los escapistas (Manu no está solo), David Simón y David Prieto lo acompañan.
Amenaza esta Diva con buscar más aliados.