Cuando le preguntas a una persona si tiene pánico escénico te suele contestar “¡No, yo pánico no tengo!”. Y es que la palabra “pánico” es de esos vocablos que alertan, que ponen en sobre aviso, que asustan. Y como dirían en la película Tiburón: “Martín, es todo psicológico. Si gritas: ¡Barracuda!, todos dicen: ¿Qué?. Si gritas: ¡Tiburón!”… el cuatro de julio se desatará el pánico aquí.”
Nos asusta autodiagnosticarnos, vaya a ser que sea grave. Cuando la realidad es que la gran mayoría compartimos cosas tan comunes como el “Pánico escénico”. Una de las primeras cosas que preguntamos en nuestro curso de Hablar en público en Barcelona es ¿Qué te sucede cuando vas a hablar en público? Y la verdad, hemos tenido respuestas de todos los colores: me pongo nervioso, me quedo en blanco, se me seca la boca, me atropello hablando, hablo muy rápido y no se me entiende, me pongo muy rojo, tengo sudoración fuerte espontánea, tartamudeo,… Todo eso, en mayor o en menor grado, es pánico escénico.
¿Se puede solventar el pánico escénico? Claro. En nuestro curso de Hablar en público en Barcelona, mediante una serie de ejercicios que se realizan en diversas disciplinas de arte dramático, conseguimos, con mucha práctica, que nuestros alumnos se expongan delante de otras personas con toda la seguridad del mundo. Nosotros somos nuestro peor enemigo. Tenemos esa voz interior que nos está juzgando y que nos impide expresarnos con naturalidad.
En nuestro curso de Hablar en público en Barcelona hay unas FAQ:
¿Por qué te pone nervioso el hablar en público? Porque me siento juzgado por los demás.
¿Qué es lo que te sucede cuando ves a alguien sufrir por estar hablando en público? Lo paso fatal por él, tengo empatía hacia esa persona.
¿Entonces, por qué piensas que cuando tú hablas en público los demás te juzgan? Por norma general, cuando vemos a alguien sufrir hablando en público nos sucede exactamente lo mismo. Solamente un psicópata disfruta viendo sufrir a otra persona. Por lo que no nos tenemos que sentir juzgados.
En nuestro curso de Hablar en Público en Barcelona conseguimos aislar esa voz interior que nos juzga constantemente y nos provoca vergüenza, pánico escénico y nos impide disfrutar de una charla en público compartiendo nuestros conocimientos.